¿Qué significa?
Llamamos tolerancia a la capacidad de una persona para admitir las diferencias existentes con otras personas. Tolerancia es la capacidad de aceptar ideas, opiniones distintas de las propias; respeto por las ideas de otros
Ser tolerante no es sinónimo de aceptar todo lo que nos manifiesta el otro, ni de transigir en todas las ocasiones con la propuesta de nuestros semejantes. La tolerancia se basa en la capacidad para comprender al otro, pero sin fundirnos con él o con los mensajes que nos transmite. El tolerante no reniega de sus creencias o valores, pero al mismo tiempo tiende un puente de comprensión y acercamiento a las ideas o actitudes de sus semejantes.
Para ser tolerante se requiere confianza en sí mismo, lo que hará no ser rígido, aceptar al otro tal como es, y que las diferencias no se perciban como amenazas. El intolerante es un ser débil, que se defiende ante cualquier situación diferente o inesperada. Su debilidad le lleva a sentirse amenazado por todo lo que se aparta de su esquema de valores. Su única respuesta es la descalificación y el rechazo.
NUNCA PODEMOS TOLERAR AQUELLO QUE DIFICULTA LA CONVIVENCIA ENTRE LAS PERSONAS NI LO QUE ATENTA CONTRA EL RESPETO AL SER HUMANO.
Entre nosotros hay conductas intolerantes, impropias de un país libre y del estado de derecho que entre todos hemos construido y cuya base se asienta en la constitución de 1978. Estas conductas son el terrorismo, la xenofobia, el racismo. Sin embargo hay otras conductas tal vez no tan llamativas pero igualmente detestables. Cuando se desprecia a una persona por su nivel intelectual, o por su nivel económico; cada vez que se descalifica a otro por tener distintas ideas políticas, se está siendo intolerante.
De los 192 estados existentes actualmente, sólo 30 tienen un estado de derecho. En más de 150 países el ejercicio del poder es arbitrario. En un tercio de estos cualquier oposición es cortado despiadadamente. En muchos, la vida humana carece de valor.
